top of page

cómo evitar que las legumbres nos den gases?

Es terrible, lo se! Algo tan nutritivo como las legumbres pueden causar estragos en nuestros intestinos si no estamos acostumbrados a ellas. Quizás hasta nos ganemos una pelea si compartimos cama o casa. Pero que no cunda el pánico, que aquí te dejo varios tips para ahorrarte esos problemas y que la convivencia no se vea comprometida (o por lo menos que no sea culpa de los garbanzos de la cena) jajaja. Aquí te doy ideas de cómo disfrutar de las legumbres sin sufrif (o sufrir mucho menos) de gases, flatulencias, pedos o aires, como los quieras llamar. 

 

También es importante mencionar que algunos sistemas digestivos pueden tener más dificultad para digerir legumbres que otros. Por ejemplo personas que tengan síndrome de intestino irritable, diverticulitis, o Crohn's pueden tener cierta dificultad extra. Para el resto de los intestinos, que vivan las legumbres!


 

  1. Comienza consumiendo legumbres más fáciles de digerir como las lentejas. Por su tamaño y debido a que su piel es más delgada que la de otras legumbres, son mucho más fáciles de digerir y son un buen entrenamiento para tu intestino.

  2. Recuerda sumergirlas en agua entre 12 y 24 horas antes de cocinarlas, mientras más tiempo, mejor.

  3. Si en general consumes pocas legumbres, comienza a introducirlas poco a poco en tu dieta. Por ejemplo consume legumbres 2 veces a la semana y 2 a 4 cucharadas por plato y la semana siguiente prueba porciones mayores y así poco a poco.

  4. Agregar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio al agua donde serán remojadas, luego desecha esa agua y utiliza agua nueva para hervirlas. Así disminuye el contenido de rafinosa, un oligosacárido que nuestro intestino no puede digerir muy bien y es uno de los mayores causantes de gases al consumir legumbres. 

  5. Trituradas se digieren mejor, por ejemplo en hummus, en cremas o en forma de hamburguesas.

  6. La piel de las legumbres es muy difícil de digerir, por eso puedes probar a quitarle la piel a legumbres como los garbanzos (sale relativamente fácil después de haberlos cocinado) o probar legumbres sin piel como la lenteja roja o las arvejas.

  7. Experimenta con legumbres germinadas. Cuando se encuentran en este estado no es necesario cocinarlas, y de hecho son más fáciles de digerir y de asimilar por nuestro intestino. Para germinarlas las puedes colocar en un frasco cubierto con una malla delgada, sumérgelas en agua por 24 horas y luego enjuaga y deja volteado el frasco para que el exceso de agua pueda salir. Enjuaga cada 12 horas por 2 o 3 días y listo. Puedes comerlas crudas o cocinadas.

  8. Algunas personas pueden ser más sensibles a las legumbres que otras, al igual hay condiciones que hacen más difícil su digestión. Así que si después de probar todos estos tips no te sientan bien, no pasa nada, hay otras fuentes de proteína vegetal que podemos usar como la soya los frutos secos y la avena, por ejemplo.

 

Seguro tienes otros tips que has escuchado por ahí, los puedes compartir en los comentarios para así ayudar a más personas!

bottom of page